ENTRE LA LUZ Y LA GENIALIDAD
Acaba de inaugurarse una preciosa exposición de pintura en La Bañeza, en la Sala de Juan de Mansilla, que durará hasta el día 19 de agosto, permaneciendo abierta todos los días de 18 a 21 horas.
Las obras pertenecen a dos pintores que tengo la satisfacción de conocer personalmente y a los que considero amigos, por lo que con mucho placer voy a plasmar en unas pocas líneas lo que me produjo la contemplación de una pequeña muestra de su arte. Se trata de Félix Verde y Sebastián Román.
Ellos han titulado su exposición “Ayer y Hoy”, haciendo referencia a que Félix es un pintor ya muy consagrado y conocido, con la experiencia que dan los años y las muchas horas dedicadas a la creación y a que Sebastián (Sebas para los amigos) es mucho más joven, un artista emergente, al que podemos augurar un gran porvenir, dado su desparpajo y su originalidad creativa.
En el caso de Félix, se trata de un pintor que se ha dedicado especialmente (aunque ha hecho otras cosas) a la acuarela y ahora al óleo y ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas, tanto aquí como en Canarias, de donde procede. Tiene una especial habilidad para utilizar los colores y la luz. Una luz que, sin duda, procede del entorno canario y de sus cielos, que sin embargo él ha sabido trasladar a nuestros paisajes y nuestros rincones, ya que sus obras expuestas son retazos de nuestros pueblos, de los que él está enamorado. Con su mirada de artista y sus prodigiosas manos logra la perfección de lo simple, de lo acabado, en un reducido tamaño, donde queda lo esencial y lo permanente.
Por otra parte, Sebas es un artista tremendamente polifacético, que es capaz de obtener algo creativo con cualquier objeto e incluso materiales desechables. Aunque en esta ocasión expone óleos, su creación es mucho más amplia y diversificada. También ha participado en muchas exposiciones por España y otros países, a pesar de su juventud. Yo diría que es un artista urbano, que queda fascinado por la ciudad y sus detalles más curiosos y al que le interesa sobre todo mostrar sus emociones y transmitir sus sensaciones de un minuto concreto, más que la perfección de lo acabado. Es como un resplandor instantáneo y efímero, ante el que uno queda sobrecogido por un momento.
Yo he querido titular estas líneas “entre la luz y la genialidad” porque creo que es la mejor manera de definir las obras que han expuesto y desde aquí quisiera animar a todos a que visiten la exposición y que sepamos valorar lo nuestro. Ya que tenemos la gran suerte de tener entre nosotros a habilidosos artistas, gocemos de ello y estemos orgullosos, por encima de aquellos que sólo valoran lo que viene de fuera, aunque sea menos valioso. Y ahora me callo, para que hable el arte.